El teatro Caupolicán no daba abasto para tanto fanático, los minutos de espera fueron terribles y el nerviosismo se respiraba como la cannabis en el aire. Hasta que llego el momento en que todo quedo completamente a oscuras. Con una potente luz azul se ilumina el escenario así como también nuestros rostros y se escucha “Heir Apparent". La canción de apertura para este día inolvidable.
La cancha estaba eufórica, era un mar de gente saltando y cantando. Es que no daba para menos, si cada canción que esta banda interpretaba el teatro completo estallaba. Creo que esto fue una de las cosas que impacto a Mikel, que el publico chileno es muy fiel a esta banda.
Es realmente increíble ver a Opeth en escena, todo sonaba perfecto, y que puedo decir de Åkerfeldt, sus bruscos cambios de voz son excelentemente perturbadores, sin dejar de lado al baterista Martin Axenrot que me dejo bastante impresionada como también el guitarrista Fredrik Akesson. “Credence” fue la canción que puso el toque de tranquilidad a la noche, y salió perfecta, claro con un coro de 5 mil personas que mejor!
Y para cerrar la noche “Deliverance” con una versión bastante recargada con la cual terminaron de inundar los corazones de todo el público.
Bueno Como las canciones de Opeth se caracterizan por ser bastante largas, el set list que se podría realizar en 2 horas dejaba con gusto a poco, 11 canciones. Personalmente me hubiera gustado haber escuchado el clásico “Demon on the Fall” que es bastante común en los repertorios anteriores a este recital.
1. Heir Apparent